jueves, 10 de diciembre de 2015

Los Pazos de Ulloa



Hoy os traigo una valoración crítica de Los Pazos de Ulloa, una novela del siglo XIX. 
 Los Pazos de Ulloa, de Emilia Pardo Bazán
Los Pazos de Ulloa es una novela, y una de las grandes obras de la literatura del siglo XIX en España. Publicada por primera vez en 1986 por su autora, la condesa Emilia Pardo Bazán, narra la historia de la llegada de Julián, un sacerdote novel, a los Pazos de Ulloa. En este lugar, el marqués don Pedro vive en un estado de pseudosalvajismo, junto a sus siervos, los cuales se observa a lo largo de la misma que son los dueños reales de los pazos.
 La novela forma un díptico con La madre naturaleza, la segunda parte de la misma. Ambas novelas representan el máximo exponente del naturalismo en España, mediante la aceptación de las teorías positivistas, aplicadas en la literatura por el escritor Emile Zola. A su vez, tienen un componente muy fuerte realista.
La novela consta de 30 capítulos, de extensión similar, estructurados en dos tomos distintos. En cuanto a la estructura interna de la obra, podemos realizar distintas interpretaciones de la misma, dependiendo de los criterios en función de los que se elabore la misma. Desde un punto de vista de la división más “tradicional” de desarrollo de la novela propiamente hablando, podemos hablar de tres partes. Del capítulo uno al seis, tenemos el planteamiento, durante los cuales se nos describe el entorno y los personajes. Del capítulo siete al dieciséis, encontramos la acción principal de la novela, es decir, el desarrollo de la misma, provocado por los consejos de Julián. Finalmente del capítulo diecisiete al 30 tenemos el desenlace.
En cuanto al tratamiento espacio-temporal, cabe destacar la gran importancia del primero sobre el último. En el desarrollo de la novela, podemos observar dos tipos de espacios principales claramente diferenciados. Por una parte, están los espacios rurales tales como los Pazos de Ulloa o Cebre, los cuales representan la naturaleza salvaje, el analfabetismo y el dominio de la iglesia.  Por otra parte tenemos los Espacios Urbanos tales como la ciudad de Santiago de Compostela,  los cuales representan la civilización, la cultura y la educación. El tratamiento de los espacios tiene una gran importancia en la novela ya que, acorde con las ideas naturalistas, se explora la influencia de estos sobre los personajes. Esto se trata a través de la comparación entre uno y otro. No obstante, se puede observar desde el comienzo la naturaleza tienen un papel primordial, invadiendo todo el desarrollo y sirviendo de reflejo de los personajes. Primero se trata la historia desde  la naturaleza, luego hay un breve período urbano, con la visita a Santiago de Compostela, y vuelve a tratar sobre la naturaleza siendo la naturaleza al final de la obra la vencedora de la comparación.
El tratamiento del tiempo resulta realmente confuso, ya que las referencias temporales o históricas son realmente limitadas.  En cuanto al tiempo externo, la acción se centra alrededor de 1987-88, ya que si bien se menciona la revolución de la gloriosa en 1988 las referencias son realmente limitadas. A su vez, el tratamiento del tiempo interno resulta también confuso, ya que tampoco se aportan demasiados datos. No obstante, sí que es posible afirmar que el desarrollo del mismo no es lineal, ya que hay algunos episodios de gran duración y otros de menor. Además la transición entre episodios tampoco es lineal, ya que en algunos casos es de unos días u horas pero en otros casos es de años.
En cuanto al tratamiento de los personajes, es importante destacar que se ven “disminuídos” en beneficio del medio o espacio, que los influye y controla. Siguiendo con la idea naturalista de oposición de entorno rural-urbano, los personajes están desarrollados en parejas de elementos equivalentes, es decir, cada personaje de un medio tiene una pareja en el medio opuesto. Las parejas a formar serían don Manuel-Primitivo, Nucha/-Sabel y Nené-Perucho. En lo respecta al marqués está independiente, entre los dos mundos. Si bien en principio es más “rural”, consigue salir de este entorno y pasa una larga temporada en la ciudad, aunque acaba volviendo al medio rural. Esto es un claro ejemplo de la influencia del medio en los personajes, ya que, aunque trata de escapar, el medio rural le atrapa y le “impide” salir. A su vez, esto se puede observar en el caso de Nucha, la cual nunca llega a estar completamente cómoda en el medio rural, y expresa repetidamente su deseo de volver al medio urbano. Cabe destacar la presencia de los caciques” nominales” Barbacana y Trampieca y Primitivo ambos personajes con una posición “superior” en relación a los demás, ya que ejercen un gran poder sobre los demás.
El narrador en la obra es un narrador omnisciente en tercera persona, el modelo más común de narrador utilizado en la novela naturalista.  Esto implica que en todo momento sabemos hasta los últimos detalles de cada uno de los personajes, por lo que las anticipaciones son frecuentes. Además, cabe destacar las interrupciones periódicas con el objetivo de explicar algunos episodios determinados.
En cuanto a los temas, durante la novela se desarrolla un tema principal. Dicho tema, la oposición entre el medio rural y el medio civilizado, se desarrolla en la línea de los ideales naturalistas de influencia del medio en el personaje. Este tema se desarrolla de manera recurrente a lo largo de la obra mediante la comparación de ambos medios. No obstante, esta comparación se lleva a cabo mediante el desarrollo de temas secundarios de comparación tales como la influencia de la iglesia; tanto en el medio rural como urbano, el amor; desarrollado tanto como el “amor imposible” entre Nucha y Julián, como desafortunado entre Nucha y Pedro, la política; mediante la exposición de ambos sistemas, o los sentimientos.
El estilo utilizado es realmente interesante. En el desarrollo de la obra Emilia utiliza instintivamente el estilo semiculto como el coloquial, lo que es un reflejo más del conflicto entre el mundo rural y el mundo urbano mostrado en la novela.  En ambos registros estilísticos, ambos de corte realista, hay un importante uso de galleguismos. Además, es importante destacar el gran uso de las descripciones largas y detalladas, lo que implica un superior uso de adjetivos epítetos, como herramienta para reforzar el tono realista del lenguaje utilizado.